jueves, 10 de marzo de 2011

wingardium leviosa

Una de las semanas agotadoras de mi vida la he vivido aquí.

Ya contamos hace tiempo que durante el IAP se organizan multitud de actividades de todo tipo. Este año una de ellas fue un juego de rol de diez dias basado en el universo de Harry Potter al que Iván y yo nos apuntamos.

Como no podía ser de otra forma, el juego lo organizó la MIT Assassins' Guild y por lo que nos contaron las personas que lo crearon, tardaron aproximadamente dos años en preparar el guión. Quizá os parezca mucho, pero tened en cuenta que el juego incluía líneas argumentales para 40 personajes,  argumentos propios de cada una de las cuatro casas, y varios clubs y grupos de estudiantes que tenían distintos objetivos. Todo esto sin contar una cantidad ingente de libros, objetos y localizaciones...


En fin de semana previo  al inicio del juego, organizaron un taller de robemaking al que podían asistir todos los jugadores que quisieran y en el que, por el precio de los materiales, podrías fabricarte tu propia túnica. Obviamente no podíamos dejar pasar esa oportunidad y ambos cortamos, montamos y cosimos nuestros uniformes para Hogwarts.

Iván era de la casa de Gryffindor

El miércoles previo al inicio del juego, tuvimos la presentación y explicación de las reglas. Y aquí es donde empezamos a acojonarnos: Las normas y mecánicas del juego eran unas 60 páginas, y había una cantidad abrumadora de información.

Todo lo que hay en este enlace http://hp7.mit.edu/public   son documentos referentes al juego compartidos por todos:

  • Cómo cruzar criaturas mágicas o plantas
  • Horarios de examenes y partidos de Quiddich
  • Cómo aprobar cada examen
  • Reglas del club de duelo
  • Qué examenes necesitabas aprobar para conseguir ciertos trabajos
  • Las reglas de un juego de cargas in-game tipo Magic (el de las ranas de chocolate)
  • Cómo colocar un graffiti
  • Cómo espiar
  • Cómo superar shadowruns
Aparte de esos, cada personaje tenía hojas propias: tu plot personal,  el de tu casa, y el de cada uno de los clubs de los que tu personaje formara parte. A nada que le echéis un vistazo vereis que la organización es increíble.

Para ser sinceros estabamos un poco abrumados, pero Iván se metió mucho en su papel:

Phoebe Shakestalk from the House of Ravenclaw



Molly Pickville from the House of Gryffindor


Para el juego, la hermandad tenía reservadas varias aulas y utilizamos los pasillos y sótanos de cantidad de edificios. Sólo el castillo se extendía a través de las diversas plantas de los edificios 24, 26, 34, 36 y 38. A esto agregadle el bosque prohibido (2,4,8 y 14), Callejón Diagón, Hogsmade, el ministerio de magia, etc.

Para los que estudian aquí que se conocen los pasillos y las rutas alternativas vale... pero al empezar nosotros estábamos más perdidos que un pulpo en un garaje.

Una de mis chuletas con la localización
 de distintos sitios en el juego.
Cuando ibas a un cierto sitio, solías tener cosas que eran de libre acceso y otras que estaban bloqueadas por un shadowrun (una serie de pruebas que tenías que superar y de no conseguirlo podían traer graves consecuencias). En general, una sóla persona nunca podía atravesar un shadowrun por si misma, siempre necesitas la ayuda de otros y este es el elemento principal que hacía que la gente colaborara.

Aparte de eso, mucha gente tenía objetivos comunes. Por ejemplo, el argumento principal de mi personaje era aprender a crear varitas (todos los creadores de varitas estaban muertos o desaparecidos y yo era la única aprendiz de la que se tenía conocimiento). En esta investigación tenia dos personas más que de entrada también estaban implicadas. Una chica de mi casa metida en el club de duelo y a la que le interesaba conseguir mejores varitas, y un chico de Hufflepuf al que yo le gustaba un poco. 
Por defecto ellos colaboraban conmigo, pero en ocasiones necesitamos gente con habilidades que nosotros no teníamos y teníamos que ser cuidadosos en cuanto a quién elegíamos,  porque sabíamos que había death eaters entre los estudiantes y nos estaban buscando.

El juego el si fue muy interesante, aunque con altibajos.  El principal problema fue que muchas zonas de juego no estuvieron completas desde el principio.
En mi caso por ejemplo, en un paso muy temprano de mi investigación, necesitaba conseguir 13 tipos de madera del bosque prohibido... que no estuvieron disponibles hasta 3 días antes de la finalización.
También tenia que conseguir un fénix, un dragón y un unicornio, bien del bosque, o cruzando otros animales... en el bosque nunca aparecían y el cruce de animales no lo pusieron en marcha hasta 3 días antes de la finalización.

En resumen pasé unos días un poco aburridos al principio, y muy agobiantes al final.

Iván y yo sólo entrábamos en juego desde las 6-7 de la tarde, hasta la 1-2 de la madrugada, pero mucha gente se quedaba allí TODO el día. (Tened en cuenta que es el periodo en el que no tienen clases). Aun así, el ritmo durante esa semana fue agotador. Levantarte pronto para trabajar, y en cuanto terminabas, comer algo rápido para entrar en juego. A veces tenías tiempo para cenar, y a veces no. Todos los días te decías a ti mismo "Hoy a las 12 nos vamos", pero siempre acabábamos quedandonos hasta la 1 o 2 de la mañana. Y para acabar de completarlo, esa semana hizo un frio POLAR. -16º una de las noches. Volviendo a casa nos cayó una nevada de las que cierran aeropuertos.

Feel like a ninja!


Los ratos que mejor me lo pasé, fueron los partidos de Quiddich, pero lamentablemente como siempre jugué, nunca pude hacer fotos. 

Jugamos en un pista bastante pequeña, probablemente la mitad de un campo de futbol sala, y tanto los jugadores, como las pelotas estaban representados por personas.

En cada área teníamos colgados 3 aros. Estos aros eran defendidos por el portero.
El buscador, tenía que atrapar la snitch (que era un NPC) acertandole tres veces seguidas con una pistola de dardos y evitando que la snitch le acertara a él.
Los bludgers también eran NPC's  que en este caso tiraban paquetes de arroz. Si algún jugador era golpeado por uno de estos paquetes, tenía que dar tres vueltas sobre sí mismo.  Los bateadores podían golpear a las bludgers obligandolas a parar de disparar por un tiempo.
El Quaffle era una pelota real, pero apenas botaba.  Los chasers no podíamos andar con el quaffle en la mano, una vez que la recibías sólo podías pivotar y pasar antes de 5 segundos.


Los partidos eran un sindios, aunque divertidos. Había mucha gente en la pista, (6 por equipo + snitch + 2 bludgers) y en general un lio de dardos, paquetes y pelotas interesante.

Pintura de guerra para el partido.
(Nótese el cristal de hielo condensado en mi p
estaña y la quemadura de frio de mi mejilla)
En los últimos dias tuvimos nuestro baile (oh si, he ido a baile de graduación ^_^), con su comida, su música... lo que se dice diversión sin más. Hasta que llegó Draco y en un arranque de diversión mató a cuatro jugadores y nos puso la angustia por las nubes.

Pastelitos con los colores de las casas

A pesar de todos los problemas y de los fallos de organización, mucha gente consiguió sus objetivos,  nos lo pasamos bien y además nos dieron una envidia horrible por poder organizar cosas así.
Pide tu en alcalá 10 edificios para jugar al rol durante 10 días y veras que risas que se echan.


PD: Bonus track. 

Video con el ritual de liberación de los Elfos domésticos.
(El ritual se realizó en un pasillo cualquiera del edificio, lo que quiere decir que cualquier estudiante, profesor o investigador puede pasar por ahi en cualquier momento).

Cartas de invitación a Hogwarts firmadas por el director Severus Snape





lunes, 14 de febrero de 2011

Donde caben dos...


Sí, es cierto que llevamos un mes y pico sin actualizar, que hemos perdido el ritmillo de los primeros meses y demás. Sabemos que no tenemos excusa ni perdón, pero es que aquí las cosas son siempre tan ajetreados que o no encontramos el momento para escribir, o nos quedamos dormidos sobre el teclado cuando lo encontramos. A ver si en las próximas semanas podemos poneros un poco al día de las cosas que han ido pasando, que no han sido pocas...

El primer evento del año ocurrió casi después de Reyes, cuando recibimos la visita de dos amigos: Ignacio y Pilar. Ignacio es un amigo de toda la vida de Cris, y Pilar amiga mía "no-de-toda-la-vida-pero-como-si-lo fuera". Por lo demás, ambos los dos no se conocían de nada, pero cuando (por separado) dijeron que querían venir a visitarnos, pensamos que podría ser bueno que coincidieran, por aquello de poder visitar sitios juntos mientras nosotros trabajábamos en diario.

Para ser francos, estábamos un pelín preocupados por la visita. Al fin y al cabo, nos sentíamos un poquito responsables de que nuestros amigos se lo pasaran bien (que majos somos), y no sabíamos qué tal iban a encajar juntos. Por otro lado, tanto Cris como yo destacamos por tener una mentalidad curiosa y cierta dosis de mala baba, así que también por lo bajinis acariciábamos el momento de comprobar el resultado de la encerrona en la que habíamos metido a nuestros amigos. Porque habíamos ido a juntar dos personas difícilmente más opuestas. Para muestra, un botón, o en este caso dos:
  • Ignacio, informático de vocación, capaz de someter a su voluntad cualquier cosa que esté hecha de silicio (igual tarda un poco, pero os juro que lo consigue). Pilar, por su parte, interacciona mejor con los aparatos electrónicos cuando están apagados.
  • Pilar, educadora social, extrovertida, locuaz y más cariñosa que el osito de Mimosín. Ignacio, por su parte, pone una cara extraña cara cada vez que Cris le da dos besos para saludarle.
En fin, que estábamos más expectantes por el resultado de la mezcla que Mercedes Milá al inicio de temporada de ese programa de cuyo nombre no quiero acordarme. Y no nos defraudaron. No sólo no se llevaron nada mal, sino que acabaron resultando un equipo fabuloso para la exploración urbana. El sentido de la orientación y la ácida agilidad mental de Ignacio, junto a la decisión y la absoluta falta de vergüenza de Pilar (para casi todo), hicieron que no se les resistiera ningún punto de interés, cafetería o habitante de la ciudad (bueno, hubo un indigente que se les resistió un poquillo, pero en fin...). De hecho, hacen tan buen buen equipo, que sin que se enteren los hemos apuntado a la próxima edición de "Pekín Express", como "desconocidos engañados por amigos". Esta es la foto que hemos enviado al concurso; a ver si hay suerte y les llaman.

Desconocidos engañados por amigos

Ignacio y Pilar estuvieron diez días con nosotros. Diréis que es tiempo de sobra para ver una ciudad, pero creo que al final se les quedó un poquito corto. Primero porque Boston tiene muchas cosas que ver, y su vecina Cambridge (donde realmente vivimos) también, y segundo porque el mismo día que vinieron cayó una nevada de campeonato, que hizo que el visitar sitios se complicara un poco. Y es que está siendo (dicen) uno de los inviernos más fríos registrados en Boston. Si es que no nos perdemos una, ¿eh? Aquí tenéis unas muestras del panorama climático de la semana.
La nevada vista desde nuestra terraza

Cris a punto de alcanzar a Pilar con una bola de nieve

Ignacio y yo usando trozos de hielo a modo de espadas (cada quien se divierte a su manera XD)

Aparte de hacer el tonto con la nieve (hay que aprovechar, que en España no hay tanta), también fuimos de visita por la ciudad. Nosotros les enseñamos un poco las zonas más importantes del centro (Boston Commons, Quincy Market, Waterfront, Copley Square, Harvard...), y luego ellos ya se vieron solitos el resto mientras nosotros currábamos. Eso sí, también aprovechamos para hacer algunas visitas que nosotros, por aquello de que como teníamos 5-6 meses tampoco íbamos con prisas, todavía no habíamos visto, como por ejemplo el New England Aquarium.

Y claro, al margen del "Boston turístico", también hubo tiempo para que vivieran un poquito del Boston friki:
Partidita de juegos de mesa en la MIT Strategic Game Society


Los arcanos archivos de la biblioteca de la MIT Science Fiction Society


Estrujándonos la cabeza con los estudiantes en el MIT Mistery Hunt

En fin, que vimos y vivimos cosas. ¿Y el reso del tiempo? El resto del tiempo en casita calentitos, que hace un frío que pela. Nuestra hasta entonces pulcra y ordenada habitación se fue convirtiendo en una auténtica leonera sin que nos diéramos ni cuenta. Y no es que Ignacio o Pilar no colaboraran en las tareas del hogar (preguntadles por la secadora); simplemente la entropía de su ropa iba aumentando a medida que pasaban los días.

¡Qué habilidad para convertir cualquier espacio en un campamento de refugiados!

Y poco más que contar por ahora. Que su visita nos resultó de lo más refrescante, que la disfrutamos muchísimo y que esperamos que ellos también. Os dejo con una foto de los cuatro.

Pilar es el bulto acurrucado del suelo; es que por las noches desconectaba enseguida ;-)

jueves, 20 de enero de 2011

Ya os dije que andaba de parranda

Aunque obviamente no conocemos a mucha gente por la zona las pasadas navidades no nos faltaron fiestas en las que socializar.

Para empezar en el Centro de Inteligencia Colectiva donde trabaja Iván, organizaron una fiesta en la casa del jefe del departamento. 
Vaya pedazo de casa, dicho sea de paso. Muy cerca de una de las autopistas principales pero casi metida en el bosque. Un salón pegado a la cocina que resultó no ser el salón, sino "ese sitio donde estamos habitualmente cuando comemos y eso". El salón en vez de ser del tamaño de un campo de futbito era del tamaño de 2.  

La cosa se organizó de la siguiente forma: en una mesa junto a la cocina estaban las bebidas, vinos, refrescos, champan... 

Esto no se que era pero estaba bueno :D

Distribuidas por toda la casa había fuentes de comida de todo tipo.  
En una de las habitaciones había platos y tenedores así que basicamente te armabas de con tu plato, tu tenedor y tu bebida (alucinante la capacidad que tienen para sujetarlo todo) y vas recorriendo el lugar en busca de alimento. En todas las habitaciones siempre encontrabas algo: cuencos con frutos secos, tablas de quesos, bandejas de humus, arroz, salmón, etc.


Por lo demás la fiesta resultó estupenda pero, hum, intimidante. Allí quien más quien menos había publicado un par de artículos en Nature, o conocía más billonarios que personas corrientes. Una de las becarias del departamento acababa de publicar en Science, y con eso os lo digo todo. 

Lo bueno -o lo malo, según lo veas- de estas fiestas, es que cualquiera se acerca sin más a cualquiera y le pregunta en que trabaja. Se estila mucho aprovechar estos encuentros para ampliar tu red de contactos, lo que ellos llaman networking. Para nosotros que no estamos acostumbrados a ese tipo de entrada tan directa: "Hola me llamo menganito, ¿Tu en que trabajas?", al principio puede resultar un poco descortés, pero aunque aun no me arranco a ser tan directa, ya voy mucho más al grano que al principio. 
Esto conduce a que en cualquier momento te encuentres hablando de temas muuuuuuuy diversos. En este caso a lo largo de la noche, estuvimos hablando de: la situación de la gente que son hijos de inmigrantes de primera generación y que en realidad no se sienten en casa ni en su pais de origen ni donde están ahora, un club de millonarios jóvenes que uno de los invitados había estado coordinando hasta hace poco y la inteligencia de los grupos y como medirla, y muchas otras cosas.


Poco después de esta, André nos invitó a una fiesta de celebración del solsticio que unos amigos suyos celebraban. No conocíamos a nadie pero, que carallo, tampoco es que se te presente la oportunidad de celebrar el solsticio habitualmente. Por desgracia no consistia en bailar desnudos y borrachos en torno a hogueras, sino un poco más de lo mismo que en la otra ocasion. Una casa enorme (aunque mucho más pequeña que la del jefe del departamento), llena hasta la bandera de gente con comida por todas partes. Calculo que alli habría unas 60 personas. 

Porqué alguien querría celebrar una fiesta así donde cualquiera (vease André) te puede colocar cuatro invitados extra, me es desconocida, pero allí estuvimos todos.  


De todas formas pese a la denominación de "Fiesta del Solsticio" allí había árbol de navidad y villancicos, así que yo diría que era una fiesta de navidad cualquiera.



Para la próxima os contamos la visita de unos amigos.