jueves, 23 de diciembre de 2010

No estaba muerta, estaba de parranda

Lo sé,  no me mireis así  U_U ya no escribo.  
No es que me haya muerto, es que siempre hay otras cosas que hacer: Si no es curro, es algún evento social (nuestro casero nos mantiene ocupados), alguna frikada del MIT o... el lanzamiento de Cataclysm.

En cualquier caso sigo adelante con mi propósito de contar aquí nuestras experiencias, aunque solo sea de vez en cuando.

Algo que tengo pendiente hace tiempo, es el FAT (Friday After Thanksgiving) Chain Reaction. La primera pregunta es evidente:

"¿Qué mierda es eso?"

Pues os cuento.  Es un evento que tiene lugar anualmente desde hace 13 años el viernes después de Acción de Gracias.
En este evento los participantes construyen pequeñas maquinas Goldberg, como las que preparan en El Hormiguero. Estas máquinas se conectan entre ellas para dar lugar a un reacción en cadena gigante.
Cualquiera puede participar. Familias, grupos escolares, grupos de amigos, asociaciones... todos son bienvenidos: No importa que tu máquina sea una maravilla de la ingeniería o un simple tobogan, cada cuál colabora en la medida de sus posibilidades,  y todas esas máquinas se conectan para formar una reacción en cadena gigante.






En la galería que hay a la derecha podeis ver algunas máquinas más
 aunque lamentablemente muchas fotos están algo borrosas :(


La última máquina de la reacción en cadena es la que preparan los organizadores, y en general la más vistosa. Este año se trataba de una ronda de catapultas, con la que además hicieron un juego. Seleccionaron a unas pocas personas al azar y las pusieron a cargo de recargar la catapulta para mantener la máquina en movimiento todo el tiempo posible. Cada par de vueltas, se eliminaba un jugador, y los restantes tenían que hacerse cargo de sus catapultas. Aquí tenéis un video del ensayo:




La reacción en sí duró una media hora. Hubo maquinas que funcionaron perfectamente y otras que necesitaron un poco de ayuda de "la mano de dios" pero todas fueron muy divertidas.

Además de esa actividad principal, en otra zona del recinto, tenían actividades para los niños (y mayores).  Colocaron unas mesas con gominolas y palillos con las que los niños podían hacer construcciones:




Otra zona con vasitos de papel que podías apilar, y creedme, se apilaron muchos:

Y otra con viejas cajas de VHS a modo de ladrillos:

¡Hay que ver lo poco que hace falta para entretenernos!

lunes, 6 de diciembre de 2010

Pequeñas cosas que odio/amo (I)

Odio: Que no haya dios que encuentre una bayeta.
Para el polvo finalmente encontré una. Absorvente ninguna. Sólo una mierda de teletienda llamada Shamwow.
Lo que suele usar todo el mundo por aquí son unos papeles de un sólo uso para limpiar y unas esponjas sin estropajo para secar.

Amo: Que puedas pedir cualquier tipo de comida a domicilio, y que encima puedas hacerlo por internet.
¿Chino? ¿Vietnamita? ¿Caribeño?¿Italiano?¿Hamburgesas? Lo que sea. Puedes pedir lo que quieras y siempre hay algún sitio que te lo sirve a domicilio realizando el pedido por internet. Probablemente esto tiene que ver con que Boston es una ciudad con MUCHISIMOS universitarios, pero me encanta igualmente.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Thanksgiving

Como ya dijimos en la entrada anterior, el jueves fue Acción de Gracias. Aquí es una de las fiestas más importantes (toda una tradición americana), así que cuando nuestro casero nos dijo que le habían invitado a cenar en casa de unos amigos (lo que no era raro, porque este hombre tiene a sus 7X años una vida social que ya la quisieramos nosotros), y que no sólo había aceptado, sino que nos había añadido a nosotros a la invitación (lo que tampoco es raro, porque suele apuntarse a un bombardeo, y además apuntarnos a nosotros), nos pareció que podía ser una experiencia interesante.

El plan era sencillo. A eso de las 16:15 teníamos que salir de casa para estar a las 17:00 en Alewife, al final de la línea roja de T (el Metro de aquí). Allí nos recogería nuestro anfitrión en un coche y nos llevaría a su casa. Fácil e indoloro. Pero las cosas nunca salen como uno planea.

Para empezar, el día antes de acción de gracias alguien tuvo el detallazo de regalarle a nuestro casero un pavo. Eso, que en principio se puede ver como un gesto de buena voluntad, amistad, cortesía, etc., a nuestro casero le sentó poco más o menos como que alguien abra la ventana en justo cuando has terminado de poner por orden cronológico tu colección de sellos, y antes de ponerles el pegamento. "¡Dios mío! ¿Y ahora que hago yo con un pavo?" Sólo conseguir meterlo en la nevera ya fue toda una proeza. Afortunadamente, contábamos con Cris, curtida en mil batallas neveriles (Gracias Mama sin el entrenamiento con tu nevera nunca hubiera podido conseguirlo). Pero es que después de dar asilo político temporal al pavo, estuvimos cuarenta minutos (sin exagerar) decidiendo qué hacíamos con el pajarito de marras. Y mira que yo no soy el paradigma de la decisión rápida, pero mi casero se lleva la palma. Qué forma de retorcer hasta el dilema más sencillo. (Es tan divertido ver a Iván sufrir porque alguien tarda en decidirse... XD) El caso es que al final se decidió que el pavo no se podía quedar, por una serie de razones (que ya teníamos plan para acción de gracias, que no íbamos a pasarnos la semana comiendo pavo, que no teníamos donde cocinarlo, etc).

¿Resultado? Nuestro casero se pasó la mañana y parte de la tarde del sábado la tarde del miércoles y la mañana del jueves intentando encontrar un hogar adoptivo para el pavo. Cuando llegó la hora de irse (16:15) nuestro casero aún no había llegado. A las 17:00 seguía sin llegar. A las 17:30 se tenía que dar una ducha. Para cuando salimos de casa, ya íbamos una hora tarde sobre la previsión de llegada.

Como llegar tarde ya es suficiente delito, no íbamos a llegar con las manos vacías, así que de camino al metro pasamos por una tienda de licores para comprar un vino adecuado. ¿Problema? Los de la tienda de licores habían sido más puntuales que nosotros y ya debían de estar cenando en casa. Así que nos quedamos sin vino. Lo peor es que esto Iván y yo lo vimos venir... Lo más que pudimos hacer fue ir a una de esas tiendas de 24 horas y comprar unos bombones. Hasta ahí bien, salvo porque nuestro casero se dejó el móvil en la tienda y tuvimos que volver. (Yo soy así de perra y me quedé esperando en el metro) Si lo hacemos adrede no nos sale...

En fin, que con dos horas de retraso llegamos a la estación de Alewife, donde pacientemente nos esperaba nuestro anfitrión, Mike. Hay que decir que Mike es un tipo estupendo. No sólo nos recibió con una sonrisa a pesar de que por nuestra culpa tenía a la familia y al pavo esperando dos horas, sino que además tuvo el gesto de ponernos música española en el coche. Lástima que pusiera Alejandro Sanz, que probablemente sea el autor español que menos le gusta a Cris (después del Fary). No se puede tener todo...

Por suerte, una vez que llegamos a la casa todo fue bastante bien. La casa era enorme: comedor, cocina, baño, habitación de estudio, de ver la tele, de tocar el piano... ¡y sólo vimos la planta baja! Que nosotros tampoco nos quejamos de casa (en España), pero ésta era sensiblemente más grande.

Respecto a la familia, pues un encanto, igual que Mike. Tanto Kelly como sus tres hijas (Anna, Emma y Erin, no preguntéis cuál era cuál. Anna, Emma y Erin de izquierda a derecha) no dejaron de sonreír en toda la noche. No nos dejaron ayudar a poner la mesa, ni a quitarla, así que todo lo que tuvimos que hacer fue comer y charlar.


La parte de comer fue fácil: todo estaba buenísimo. Y efectivamente, como decía Illuminatus, acción de gracias es acerca de dar gracias por tener un estómago suficientemente elástico.

Además del tradicional pavo (con su tradicional relleno de pan con mantequilla),
No os dejéis engañar este no es el que hizo la familia sino el que hicimos nosotros después (pero con la misma receta).

estaba el tradicional puré de patatas, las tradicionales patatas dulces, las tradicionales judías verdes y el tradicional pastel de calabaza. Y lo de tradicional no es coña. Después de la cena, las chicas nos pusieron un "documental" sobre acción de gracias (un episodio de Charlie Brown, ¿qué hay más didáctico que eso?), ¡¡y coincidían el 80% 100% de los platos!!. En la cena estuvieron todos los que dijeron en el episodio de Charlie Brown + 2-3 más.

Por la parte de la charla, también fue todo bastante bien. Entre las típicas preguntas de "a qué os dedicáis", que son muy habituales entre los americanos (por cierto, Mike trabaja en una farmacéutica, y Kelly es abogada), hubo tiempo para bendiciones de mesa, anécdotas, chistes, contar cómo nos conocimos el par de frikis que escriben este blog (no sé si eso entra en anécdotas o en chistes) y otros temas pintorescos. Ah, y Cris se los metió en el bolsillo con su imitación magistral del canto de los pájaros. (Haciendo amigos gracias a un trino desde 1993).

Tras la cena, un poco de sobremesa amenizada por el piano de Emma(?) ¿De verdad no te quedaste con el nombre de ninguna? Les voy a mandar el enlace al blog y me voy a chivar ^_^ un poco de Charlie Brown, y un poco de magia, que no salió mal del todo.


Mike impresionado por el perro que dibujó Iván



En definitiva, una velada agradable de amena que nos invitaron a repetir, cosa que probablemente hagamos si tenemos ocasión.

Por cierto, ¿alguien se ha preguntado qué pasó con el pavo de André? Pues finalmente no consiguió endosárselo a ningún amigo, así que el domingo decidimos repetir acción de gracias y cocinarlo. Nos llevó seis horas preparar la cena, pero el resultado mereció la pena. Aquí tenéis unas fotos.




miércoles, 1 de diciembre de 2010

HAPPY BIRTHDAY

¡¡ FELICIDADES HERMANA !!

Espero que te lo pases muy bien aunque ya empieces a ser una viejuna. ;)