jueves, 2 de diciembre de 2010

Thanksgiving

Como ya dijimos en la entrada anterior, el jueves fue Acción de Gracias. Aquí es una de las fiestas más importantes (toda una tradición americana), así que cuando nuestro casero nos dijo que le habían invitado a cenar en casa de unos amigos (lo que no era raro, porque este hombre tiene a sus 7X años una vida social que ya la quisieramos nosotros), y que no sólo había aceptado, sino que nos había añadido a nosotros a la invitación (lo que tampoco es raro, porque suele apuntarse a un bombardeo, y además apuntarnos a nosotros), nos pareció que podía ser una experiencia interesante.

El plan era sencillo. A eso de las 16:15 teníamos que salir de casa para estar a las 17:00 en Alewife, al final de la línea roja de T (el Metro de aquí). Allí nos recogería nuestro anfitrión en un coche y nos llevaría a su casa. Fácil e indoloro. Pero las cosas nunca salen como uno planea.

Para empezar, el día antes de acción de gracias alguien tuvo el detallazo de regalarle a nuestro casero un pavo. Eso, que en principio se puede ver como un gesto de buena voluntad, amistad, cortesía, etc., a nuestro casero le sentó poco más o menos como que alguien abra la ventana en justo cuando has terminado de poner por orden cronológico tu colección de sellos, y antes de ponerles el pegamento. "¡Dios mío! ¿Y ahora que hago yo con un pavo?" Sólo conseguir meterlo en la nevera ya fue toda una proeza. Afortunadamente, contábamos con Cris, curtida en mil batallas neveriles (Gracias Mama sin el entrenamiento con tu nevera nunca hubiera podido conseguirlo). Pero es que después de dar asilo político temporal al pavo, estuvimos cuarenta minutos (sin exagerar) decidiendo qué hacíamos con el pajarito de marras. Y mira que yo no soy el paradigma de la decisión rápida, pero mi casero se lleva la palma. Qué forma de retorcer hasta el dilema más sencillo. (Es tan divertido ver a Iván sufrir porque alguien tarda en decidirse... XD) El caso es que al final se decidió que el pavo no se podía quedar, por una serie de razones (que ya teníamos plan para acción de gracias, que no íbamos a pasarnos la semana comiendo pavo, que no teníamos donde cocinarlo, etc).

¿Resultado? Nuestro casero se pasó la mañana y parte de la tarde del sábado la tarde del miércoles y la mañana del jueves intentando encontrar un hogar adoptivo para el pavo. Cuando llegó la hora de irse (16:15) nuestro casero aún no había llegado. A las 17:00 seguía sin llegar. A las 17:30 se tenía que dar una ducha. Para cuando salimos de casa, ya íbamos una hora tarde sobre la previsión de llegada.

Como llegar tarde ya es suficiente delito, no íbamos a llegar con las manos vacías, así que de camino al metro pasamos por una tienda de licores para comprar un vino adecuado. ¿Problema? Los de la tienda de licores habían sido más puntuales que nosotros y ya debían de estar cenando en casa. Así que nos quedamos sin vino. Lo peor es que esto Iván y yo lo vimos venir... Lo más que pudimos hacer fue ir a una de esas tiendas de 24 horas y comprar unos bombones. Hasta ahí bien, salvo porque nuestro casero se dejó el móvil en la tienda y tuvimos que volver. (Yo soy así de perra y me quedé esperando en el metro) Si lo hacemos adrede no nos sale...

En fin, que con dos horas de retraso llegamos a la estación de Alewife, donde pacientemente nos esperaba nuestro anfitrión, Mike. Hay que decir que Mike es un tipo estupendo. No sólo nos recibió con una sonrisa a pesar de que por nuestra culpa tenía a la familia y al pavo esperando dos horas, sino que además tuvo el gesto de ponernos música española en el coche. Lástima que pusiera Alejandro Sanz, que probablemente sea el autor español que menos le gusta a Cris (después del Fary). No se puede tener todo...

Por suerte, una vez que llegamos a la casa todo fue bastante bien. La casa era enorme: comedor, cocina, baño, habitación de estudio, de ver la tele, de tocar el piano... ¡y sólo vimos la planta baja! Que nosotros tampoco nos quejamos de casa (en España), pero ésta era sensiblemente más grande.

Respecto a la familia, pues un encanto, igual que Mike. Tanto Kelly como sus tres hijas (Anna, Emma y Erin, no preguntéis cuál era cuál. Anna, Emma y Erin de izquierda a derecha) no dejaron de sonreír en toda la noche. No nos dejaron ayudar a poner la mesa, ni a quitarla, así que todo lo que tuvimos que hacer fue comer y charlar.


La parte de comer fue fácil: todo estaba buenísimo. Y efectivamente, como decía Illuminatus, acción de gracias es acerca de dar gracias por tener un estómago suficientemente elástico.

Además del tradicional pavo (con su tradicional relleno de pan con mantequilla),
No os dejéis engañar este no es el que hizo la familia sino el que hicimos nosotros después (pero con la misma receta).

estaba el tradicional puré de patatas, las tradicionales patatas dulces, las tradicionales judías verdes y el tradicional pastel de calabaza. Y lo de tradicional no es coña. Después de la cena, las chicas nos pusieron un "documental" sobre acción de gracias (un episodio de Charlie Brown, ¿qué hay más didáctico que eso?), ¡¡y coincidían el 80% 100% de los platos!!. En la cena estuvieron todos los que dijeron en el episodio de Charlie Brown + 2-3 más.

Por la parte de la charla, también fue todo bastante bien. Entre las típicas preguntas de "a qué os dedicáis", que son muy habituales entre los americanos (por cierto, Mike trabaja en una farmacéutica, y Kelly es abogada), hubo tiempo para bendiciones de mesa, anécdotas, chistes, contar cómo nos conocimos el par de frikis que escriben este blog (no sé si eso entra en anécdotas o en chistes) y otros temas pintorescos. Ah, y Cris se los metió en el bolsillo con su imitación magistral del canto de los pájaros. (Haciendo amigos gracias a un trino desde 1993).

Tras la cena, un poco de sobremesa amenizada por el piano de Emma(?) ¿De verdad no te quedaste con el nombre de ninguna? Les voy a mandar el enlace al blog y me voy a chivar ^_^ un poco de Charlie Brown, y un poco de magia, que no salió mal del todo.


Mike impresionado por el perro que dibujó Iván



En definitiva, una velada agradable de amena que nos invitaron a repetir, cosa que probablemente hagamos si tenemos ocasión.

Por cierto, ¿alguien se ha preguntado qué pasó con el pavo de André? Pues finalmente no consiguió endosárselo a ningún amigo, así que el domingo decidimos repetir acción de gracias y cocinarlo. Nos llevó seis horas preparar la cena, pero el resultado mereció la pena. Aquí tenéis unas fotos.




3 comentarios:

  1. Efectivamente, el que le regaló el pavo a André fue un criminal de los de verdad. Además, el puñetero pavo tiene la manía de ser jodido de cocinar porque se queda seco con nada, así que tienes que vigilarlo y estarle encima, tócate los cojones.

    Por cierto, esas películas de Charlie Brown son ya clásicos. La mayoría de ellas deben datar de los setenta.

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  2. Pues nada, como ya habéis aprendido, cuando volváis aquí nos podéis preparar un pavo como ese, que tiene muy buena pinta...

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  3. De hecho Ignacio, ya habiamos pensado en ello.
    Lo malo es que el pavo es ENORME y eso me ha hecho darme cuenta de porque los hornos aquí son como 3 hornos nuestros. Habrá que ver si podemos empotrar un bicho del tamaño de esos jodidos pajaros en nuestro horno.
    Podemos llamarlo Acción de Gracia XP

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