Volando voy

Ayer fue un día agotador, y eso elegí la combinación de vuelos que siendo económica, requiriera el menor número de horas.

Salimos de casa a las 7:15 de la mañana, lo que quiere decir que me levanté a eso de las 6:30. El vuelo salía a las 10:50, pero para los vuelos a EEUU te piden estar 3 horas antes en el aeropuerto. Error. Mi destino final era Boston, pero el vuelo que yo cogía era a Dublín,  así que tuve que esperar hasta que abrieran la facturación a las 8. Tampoco fue muy trágico, sólo me sentí un poco tonta por no haber caído en ese detalle.

Como podéis imaginar mi madre vino a despedirse y aprovechamos el rato desde que hice la facturación hasta que tenía que presentarme en la puerta de embarque para investigar un rato por el aeropuerto, charlar y desayunar.

Pasado el control todo fue rápido, un ratito después de llegar a la puerta ya estábamos embarcando y el vuelo no tuvo ninguna complicación ni retraso. Si no hubiera sido porque los maleteros estaban tan llenos que tuve que ir sentada sobre mi abrigo, todo hubiera sido perfecto.

La llegada a Dublín no decepcionó. Todo niebla, lluvia y viento :P

Como dato curioso os contaré, que el control de inmigración de EEUU (¿Para qué viene? ¿Donde va estar?¿Cuanto tiempo va a estar? ¿Porqué tanto tiempo?. Ponga aquí los dedos, mire a la cámara) lo tuve que pasar en Dublín.

O_o
Las fronteras de USA se expanden.


En lo que a mi corresponde, agradezco que fuera así. El control de inmigración en los aeropuertos de Estados Unidos, suele ser un infierno, con una cola eterna que no apetece nada después de 9 horas de vuelo.  Al pasar el control en Dublín el proceso fue rapidísimo y encima te da la sensación de tener que esperar menos hasta que empieza el embarque.

El vuelo de Dublín a Boston era para mi el más temido. Obviamente es el más largo, pero además no había podido hacer el check in on-line y odio estar en el centro o en ventana, porque cada vez que quieres moverte, ya sea para ir al servicio o para estirar las piernas tienes que molestar a dos personas.  Me tocó ventana (oh shit!)  peeeeero, resultó que mi fila iba vacía. No tenía acompañante ni nadie en los asientos contiguos:

Comida de avión (pasta boloñesa), películas (grown ups y sex in the city 2) y ya estábamos llegando.

Sobre la casa y el compañero ya os iré hablando. 

Anoche salimos los tres a cenar (Ivan, André y yo), pero estaba demasiado cansada para tomar documento gráfico del evento, pero si os puedo dejar un enlace al lugar donde cenamos:

http://www.spicethaicuisine.com/restaurant/start.asp?company=Spice

Esta muy chulo, pero eso sí, ojito con las cosas que pone que son picantes, porque lo son DE VERDAD. Yo me lo tomé con calma, pero Iván y André que adoran el picante acabaron sudando uno y llorando el otro. 

¡Oh! y se me olvidaba, el video del aterrizaje:

http://www.youtube.com/watch?v=YjTCvBLTT3Q

Como veis hacía un tiempo buenísimo.